viernes, 18 de noviembre de 2022

Sigo sin el diario...

Largo va a ser pasar todo esto después a mano a mi diario, pero agradezco poder recordarlo aquí al menos. 
La conferencia de cierre del congreso indudablemente me dejó pensando en las múltiples tareas que quedan aún pendientes para llevar adelante. Este mundo que me parecía tan digital vuelve a ser humano, y como dijo Ricardo Pimienta hoy, somos como Sísifo empujando las piedras hacia arriba, luchando por presupuestos y financiaciones inexistentes.
La realidad es que aún tengo mis deudas con los colegas de ADD. Y los proyectos que me nacen desde la distancia son muchos: el teatro en podcast, la jornada de HHDD EN Tucumán...
Pero lo valioso es que conozco gente, tengo contactos, y el trabajo y la colaboración son siempre bienvenidos.
Hoy conocí muchísima gente hermosa de todo el mundo: de Estados Unidos, de el Bolson, de la plata, de la UBA, de Colombia...
El rescate del patrimonio es un proceso extraordinario: el concepto de post-custodia me parece que debe ser explotado.
Le prometí a Bárbara ponerla en contacto con Zulma. 
Conocí a Natalia que ya conoce a Laurita y a Vale...
Pamela es genial, y los demás son uno más groso que otro.
Bartolomé, de Kansas, me enseñó que se puede hundir el GRE y aún así ser admitido en Harvard.
Yo no sé dónde iré a parar, pero hoy sí me siento un poco más yo, y hoy me caigo bien.

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