La batalla

Yo lucho mi lucha cada día, para demostrarme a mí que estoy vivo, para demostrarle a los demás que es posible y vale la pena, y para demostrarle a Dios que lo amo... Y a veces es tan dificil...

Ya no sé ni lo que siento... como siempre. Ya no sé ni donde estoy, ni que quiero.

Pero por algun motivo que desconozco, de repente tanto luchar y tanto dolor pareciera cobrar algún perverso sentido.
Claro, me encuentro diciéndole a la gente que el dolor es también una forma de redención.

Dios me ha amado siempre. Dios siempre está conmigo.
Y yo muchas veces ni a Dios quiero.

Y me encuentro reflejado, calcado, duplicado, y maldigo el hecho de que alguien padezca así como yo.

Te recuerdo cuando en los recreos ibas y te acercabas con una sonrisa. con un cuento nuevo cada semana. Y con esperanza en los ojos...

Y me recuerdo cuando yo tenía esa esperanza, esa fuerza, esa lucha...

Uno tiene que salir adelante, uno tiene que aprender a vivir la vida, porque la vida es bella, o al menos eso dicen...

Yo sé que la vida es vida, y que hemos de vivirla bella o no...

Y si te sientes caer recuerda que cuando has tocado fondo, la única cosa que se puede hacer es empezar a subir.