Bueno, fue hace dos días, en realidad, no me dí cuenta de postearlo cuando correspondía, pero lo hago ahora.
Íbame yo a confesar en la parroquia y al entrar en la casa parroquial encuentro a mi párroco alteradísmo. Me dirijo a su habitación y ahí estaba Juan Pablo II mirándome con unos impactantes ojos celestes que quedaron muy grabados en mi memoria, se incorpora en la cama y con una voz muy dulce, casi como si hubiera sido Dios mismo, me pregunta que me pasa.
Yo me senté en la cama a su lado y en frente nuestro apareció una cruz reveladora. Y mirando a la cruz comencé a llorar largamente, y le contaba todos mis problemas a JPIIº.
Those i won't write here, but are related to loneliness caused by my preferences, and my life-style.
Cuando terminé de contarle todo, me abrazó fuertemente, mientras el crucifijo emanaba luz, y el papa me decía que todo iba a estar bien.
Ese fue uno de los sueños más raros y hermosos que he tenido en mucho tiempo.
Muchas veces me pregunto por la trascendencia de mis imágenes oníricas, si es que de algo sirven. Yo no lo sé, pero por lo menos me sirve el consuelo de pensar que ese Dios que muchas veces se muestra misterioso sigue mostrándome y recordándome que existe y que me ama.
No hay comentarios:
Publicar un comentario